
El tratamiento específico para los trastornos del aprendizaje es conocido como intervención psicopedagógica, también denominada reeducación o tratamiento de pensamiento y comunicación. Esta intervención, realizada por un terapeuta, se sitúa en la intersección entre el enfoque psicopedagógico y el enfoque psicoterapéutico.
La reeducación, cuando está bien conducida, se convierte en una modalidad de psicoterapia. Es particularmente adecuada cuando el nivel de simbolización del niño no corresponde a su edad, lo que genera dificultades en su capacidad de aprender. El objetivo de la intervención psicopedagógica es ayudar al niño a reconstruir su red mental de asociaciones de ideas, tanto como proceso intelectual como experiencia vivida. Esto le permite avanzar desde el punto en que su evolución se ha detenido o lentificado, y progresar en su aprendizaje.
Además de abordar las dificultades de aprendizaje, es crucial tener en cuenta los problemas emocionales y relacionales que puedan surgir durante la valoración o el tratamiento, ya que afectan la vida diaria y las relaciones del niño. Por lo tanto, el tratamiento psicopedagógico integra la combinación de apoyo psicológico y enseñanza.
El tratamiento psicopedagógico consiste en sesiones semanales adaptadas a las necesidades específicas de cada niño y su familia. Estas sesiones, que suelen durar entre 45 y 60 minutos, se realizan preferiblemente en un espacio constante para evitar distracciones. El vínculo entre el niño y su terapeuta es el eje central del tratamiento, donde se fomenta la confianza, la comunicación y la realización de actividades conjuntas.
Es esencial conocer a fondo al niño: cómo se siente, cuáles son sus capacidades y dificultades. A través de este vínculo, el niño desarrolla interés por su terapeuta y por el tratamiento, lo que facilita la mejora en áreas como la atención, la autonomía, el lenguaje (oral o escrito), la organización, y su autoestima.
Cada reeducación es única. Desde el inicio, es fundamental establecer los objetivos específicos para cada niño, y a medida que el terapeuta lo conoce mejor, descubre las actividades que pueden motivarlo. El terapeuta no se limita a aplicar una lista de ejercicios, sino que debe ser creativo e ir inventando actividades según los intereses y necesidades del niño.
Comparte
MÁS HISTORIAS EXTRAORDINARIAS
Neurodivergencia y crianza desde dentro: cuando padres e hijos navegan juntos la diversidad neurológica
Criar a un hijo neurodivergente es un reto en sí mismo, pero cuando madres y padres también comparten esa neurodivergencia, la experiencia se transforma en algo profundamente singular. Este artículo explora las realidades emocionales, logísticas y sociales que enfrentan estas familias, desmonta los mitos de la crianza perfecta y ofrece herramientas prácticas para construir un modelo de vida sostenible, auténtico y empático. Porque cuando se cuida desde la comprensión mutua, la neurodiversidad deja de ser una carga para convertirse en fortaleza compartida.

Las pequeñas grandes victorias: celebrar el progreso en el aprendizaje infantil
En el proceso de aprendizaje, cada paso cuenta. Reconocer y celebrar los avances, por pequeños que sean, refuerza la confianza, la motivación y el amor por aprender. En este artículo, exploramos estrategias para valorar el progreso y fomentar un entorno positivo para los niños, especialmente aquellos con dificultades de aprendizaje.

Neurodivergencia y relaciones entre hermanos: cómo cultivar vínculos sanos en casa
Las relaciones entre hermanos en contextos de neurodiversidad pueden ser una fuente de apoyo y crecimiento, pero también presentan retos únicos que requieren sensibilidad, estructura y acompañamiento emocional. Este artículo ofrece una guía práctica y realista para familias que conviven con la neurodivergencia —autismo, TDAH, dislexia, altas capacidades, entre otros— y buscan cultivar vínculos fraternos sólidos, empáticos y sostenibles. Desde la gestión de emociones hasta la creación de espacios equitativos y rituales compartidos, se abordan estrategias concretas para construir una convivencia más justa, afectiva e inclusiva en el hogar.
